Aparece el resto de una lápida antigua en la cornisa de la fachada de la iglesia del Convento de San Francisco

Aparece el resto de una lápida antigua en la cornisa de la fachada de la iglesia del Convento de San Francisco
Miércoles, 20 Noviembre, 2013

La Oficina Técnica del Consorcio de Santiago está promoviendo la limpieza de la fachada principal de la iglesia del Convento de San Francisco, de finales del siglo XVIII. La intervención se centra en la eliminación de humedades, plantas, mohos y algas, así como de la suciedad provocada por el excremento de las palomas. Las obras, adjudicadas a la empresa Techné, tienen un presupuesto de 62.547,55 euros. Los trabajos comenzaron en septiembre de este año y está previsto que finalicen en el mes de diciembre.

 

Los trabajos de limpieza de la fachada están sacando a la luz aspectos de enorme interés histórico y artístico. En esta línea, destaca la aparición de un laude antiguo. “Se trata del resto de una lápida con una inscripción grabada. A pesar de que han aparecido más en otros puntos de la fachada, lo sorprendente es que ésta se emplease como relleno en la cornisa del primer cuerpo del edificio, a 18 metros de altura. Es posible que para la construcción de la iglesia se reutilizaran piedras de la iglesia original” -señala la arquitecta del Consorcio Idoia Camiruaga-.

 

Por otro lado, se ha descubierto que la figura de San Francisco y el ángel que lo acompaña, en el grupo escultórico situado encima de la puerta de entrada de la iglesia, estaba originalmente policromada. Todavía se conservan restos de color, aunque es casi inapreciable. “Sabemos que el lomo del libro que sujeta el ángel era rojo, que el propio ángel era rubio y que el paño que cubre su cuerpo era azul intenso. Sus alas son de madera y en su origen estaban pintadas de blanco. La piedra de esta zona es la más blanda porque es la que tiene más dificultad de labra y, polo tanto, es la que más sufre” -explica la arquitecta-. Asimismo, los capiteles del cuerpo central del edificio estaban pintados.

 

El problema de las palomas

 

Tal como indica la arquitecta del Consorcio, “el guano de paloma hace mucho daño al conjunto escultórico y arquitectónico”. En intervenciones anteriores la fachada fue provista de cintas con pugas, que resultan eficaces para combatir los daños ocasionados por las palomas durante un período de tiempo relativamente corto. “No parece que exista una solución definitiva para este problema. Habrá que poner en marcha un programa estable de mantenimiento y limpieza superficial programada de los restos orgánicos y plántulas que puedan comenzar a enraizar en la piedra de la fachada” -afirma Idoia Camiruaga-.

 

Así, desde la Oficina Técnica del Consorcio de Santiago se propone colocar de nuevo tiras prefabricadas de doble hilera de pugas, sobre una base de polímero transparente. Y sugieren que esta iniciativa se complete con un programa de limpieza do guano de las palomas  cada cuatro años. En esta línea, se aprovechará para dejar instaladas unas pequeñas áncoras, invisibles desde el exterior, que faciliten las futuras actuaciones de limpieza que se lleven a cabo en la fachada de la iglesia.